FEBRERO
2024. INICIO. María Soledad es una chica de belleza exterior tanto
interior que la ha vuelto consentida de su padre, Fidel Roldán, un
taquero menospreciado por miembros de su familia y el cual tiene
puestas todas sus esperanzas en ella, lo que con los años ha causado
molestia en su esposa, Zulema, que siempre ha tratado a la hija con
desprecio, lo mismo que la menor de sus vástagos, Yareli, una
inconforme con su posición social y que desprecia a su padre por ser
un taquero sin aspiraciones, así como cree a su hermana una mustia
que con su actitud de santa se ha ganado la simpatía de todos,
aunque en el fondo la cree falsa. Esto lo sabe el hermano mayor,
Rigo, ayudante incondicional de su padre y que pretende seguir su
oficio, y el cual pide a la menor de sus hermanas que María Soledad, a quien ella y su madre llaman "La Chole", es buena y ha
luchado por salir adelante, razón por la que lleva años trabajando
en la tienda departamental en que sufre el acoso de su jefe, Oscar
Mancera, quien está obsesionado con la belleza de la protagonista y
ha jurado que la hará suya a como de lugar, mas esta se las ha
ingeniado para que este no encuentre oportunidad alguna, mas confiesa
a su amiga Celina tener miedo. Esta le pide que le cuente todo a su
novio, Yahír Domínguez, mas la muchacha teme a crear un conflicto y
perder su trabajo, por lo que a pesar de las sospechas de este,
asegura que todo está bien.
En
las playas del Caribe, Isabela Montero vive llena de recuerdos
tristes que día a día la atormentan. Es enteramente amada por su
marido, Juan Carlos Villagrán, un millonario al que no ama y ha
ocultado la verdad de su dolor, razón por la que pasan casi todo el
año en la lejana casa en que habitan, siendo para él primordial la
tranquilidad de su amada, a la que pide que abra su corazón y le
diga qué es lo que le sucede, mas ella asegura que nunca tendrá el
valor de decírselo, así como nunca accederá a volver a hablar con
su padre, el moribundo Evaristo, un hombre que en el pasado fue cruel
con los suyos y que vive lleno de remordimientos por el dolor que
causó a su hija. Su única compañía es Pastora, su hija mayor,
quien ha cuidado de él con ingratitud, pues no le perdona el que
haya influido para que ella no pudiera ser feliz con el único hombre
al que ha amado y al que nunca volvió a ver, culpando de esto a
Isabela, a la que maldice. Esto lo sabe la fiel sirvienta, Rosa,
quien ha padecido por años el carácter de Pastora, a la que sabe
amargada por el desamor que ha vivido, mas siempre le deja claro que
su hermana menor nada tuvo que ver con las decisiones de su padre, y
mucho menos con que ella se haya enamorado de un hombre prohibido.
En
España, David Villagrán está casado con la joven y frívola Begoña
Sáenz, quien está harta de la vida matrimonial, por lo que le
propone que se divorcien, asegurando que el unirse fue un error. Él
le echa en cara los años que ha pasado con ella, pues la conoció
desde que eran universitarios y prometió amarla hasta el final de
sus días, mas ella ahora está convencida de que fue un error y que
aún es joven para recuperar su vida y los años que perdió a su
lado. Él se atormenta cuando Nicolás, su suegro, le pide su
renuncia en la empresa familiar y se disculpa por apoyar a su hija,
pues el marido ve esto como un fracaso y no sabe cómo comenzar de
cero. Comienza a pedir trabajo sin saber que su suegro se está
encargando de cerrarle todas las puertas y pronto se presenta a
firmar el divorcio, descubriendo que Begoña ya tiene a otro como
reemplazo. La repudia y se despide de ella para siempre,
comunicándose a México con su hermana Alejandra, a la que anuncia
su regreso luego de más de veinte años. Esta se alegra por el
retorno y se lo comunica a su marido, Sergio Cisneros, un arrogante y
engreído que solo espera que el cuñado no decida radicar en el país
ni integrarse a la empresa familiar, pues no quiere a nadie cerca
suyo, sobre todo porque ante la ausencia de Juan Carlos, él es quien
lleva las riendas y se vale de esto para sacar ventaja. Ambos
anuncian la llegada de David a su hijo, Mateo, quien prácticamente
conoce poco de su tío, el cual se despide de España para volver al
país, donde su hermana pide a la servidumbre que le prepare una
habitación y se comunica con Juan Carlos para darle la buena nueva.
Este se alegra y anuncia a Isabela que volverán a la ciudad.
Yahír
propone matrimonio a María Soledad, la cual acepta, pero desahoga
con Celina el no sentirse lista para dar ese paso. Acude a la
taquería de su padre, donde le cuenta a Rigo lo que siente y este le
asegura que el novio es decente y trabajador, por lo que será feliz
con él. Los ha escuchado Yareli, la cual le cuenta a Zulema y ambas
creen que la protagonista tiene aspiraciones demasiado altas y no se
da cuenta de que es y siempre será una pobretona. Zulema reacciona y
luego de pensarlo asegura a Yareli que quizás en eso se equivoquen y
la vida le de una sorpresa a la consentida de Fidel, al que la hija
insulta luego de que este defiende a María Soledad, cuando la
hermana se burla de ella y de su relación con Yahír. El progenitor
sale furioso y lo alcanza su consentida, la cual le asegura que ella
está orgullosa de él y de su oficio. Él la abraza y le pide perdón
por la pobreza en que la ha hecho crecer, pues ella merecía una vida
mejor. Ella le dice esto a Yahír, quien al saber que el hombre
siempre ha creído que su hija merece algo mejor y el rechazo de
Zulema, le pregunta a la novia si alguna vez se ha preguntado si no
es hija de ellos. La muchacha se asombra y furiosa asegura que jamás
sospecharía tal cosa, pues sabe que sus padres la aman, aunque
Zulema no sea una madre amorosa.
Los
Villagrán reciben con entusiasmo a David, quien se aferra a los
brazos de Alejandra, la cual está feliz por su llegada y lo presenta
con sus sobrinos, a los cuales no veía desde que eran unos niños.
Luego abraza a Juan Carlos, quien le asegura que todo está bien y
que juntos le ayudarán a salir adelante. Cual es la sorpresa del
recién llegado cuando ve ante él a Isabela, quien lo deslumbra con
su belleza de la misma manera que él la deslumbra a ella, dándose
cuenta de esto el infame Sergio, el cual más tarde asegura a su
esposa que el menor de sus hermanos ha vuelto para quitarle la esposa
al mayor. Alejandra, molesta por las insinuaciones de su cónyuge, le
exige que se deje de conjeturas y se dedique a solucionar los
problemas en que ha metido a la empresa, pues si Juan Carlos se
entera de los malos manejos que ha hecho no se tentará el corazón
para echarlo no solo de la compañía, sino también de la casa que
siempre ha pertenecido a su familia, recordándole que la miserable
herencia que le dejaron sus padres se terminó hace mucho tiempo y de
no ser por el mayor de los Villagrán, estarían en la calle, como
pordioseros.
María
Soledad padece el acoso de Oscar, al que deja claro que no
corresponderá a sus propuestas indecentes, así como lo entera de
los derechos que tiene como empleada y que él lleva las de perder,
si lo denuncia. Él no hace más que reírse de ella, pero a solas
desahoga de manera violenta su frustración y jura que la hará suya
tarde o temprano y le dará un castigo ejemplar, con lo que más le
duela, sobre todo cuando se da cuenta de que tiene novio y la ve
besándose con Yahír, el cual jura a Rigo que ama a su hermana y ha
dado el dinero para el enganche de una casa, a donde la llevará a
vivir en cuanto se casen. El futuro cuñado lo felicita y le asegura
que la protagonista merece lo mejor, pues ella no es cualquier
pelada, como ellos, dejando entre ver a Yahír que sus sospechas
sobre el origen de su prometida puede ser verdad.
David
descubre que Isabela es una mujer taciturna y triste. Alejandra le
asegura que la mujer siempre ha sido así y nunca ha comprendido qué
es lo que Juan Carlos vio en ella, ya que ni es de su alcurnia ni tan
hermosa como todos creen. Es justamente el hermano mayor quien le
dice al menor todas las cualidades de su esposa, así como estar
convencido de que esta le oculta algo: la razón de su tristeza, pero
no se atreve a ejercer presión sobre ella para decírselo.
Evaristo
es consumido por el arrepentimiento de lo que le hizo a su hija, a la
que negó su apoyo cuando más lo necesitaba. Pastora, lo consuela y
le dice que hizo lo correcto, para salvar el honor de su familia,
pero no así opina la vieja sirvienta de la familia: Rosa García. Es Rosa quien acusa a Pastora de agrandar el dolor de su padre, el cual hace
años actuó siguiendo sus consejos, que no fueron más que un deseo
profundo de herir a Isabela, a la que siempre odió por un secreto
que ellas dos saben. Pastora pide a la empleada que calle y amenaza
con echarla en cuanto su padre muera. Esta sin embargo no le teme y
cuando el hombre le pide que busque a su hija, a pesar de los
impedimentos de la villana se comunica con Isabela y la entera de que
su progenitor está a punto de morir. Ella acude a él, que le pide
perdón por no haberla comprendido hace años, cuando más lo
necesitó. la sufrida Isabela le suplica que le diga dónde está la
hija que le arrebató y él le cuenta que se la entregó a una
empleada, mas pronto aparece Pastora para impedir que siga hablando.
La desesperada Isabela quiere saber más, pero la hermana le prohíbe
que presione al moribundo, el cual tiene una crisis. Ya en privado,
La hermana mayor asegura a la menor que lo sucedido hace años fue su
responsabilidad y la consecuencia, aunque dolorosa, fue lo mejor para
ella y toda la familia, pues no se expusieron a la vergüenza. La
atrevida Rosa esta convencida de que eso no es cierto y exige a
Pastora que, si ella sabe algo, hable, pero esta miente diciendo que
su padre jamás la ha puesto al tanto de sus decisiones personales,
así como dice haber vivido un infierno al lado del éste, el cual
siempre fue indiferente con ella y solo le ha mostrado desamor.
Isabela se compadece de ella y la abraza, mientras que Rosa mira la
escena con desagrado, pues conoce bien a la villana y sabe que
siempre se ha valido de lágrimas y falsa ingenuidad para salirse con
la suya. Isabela entonces decide marcharse y al salir se lleva una
sorpresa al ver ante ella a David, quien le pregunta si a él le dirá
el verdadero motivo de su tristeza. Ella se niega a hablar, pero una
vez en casa él la acorrala y ella le cuenta que su padre está por
morir y no le ha dicho qué fue de la hija que ella tuvo hace años,
cuando un hombre la engañó, prometiéndole matrimonio, y al saberla
encinta solamente la abandonó a su suerte, causando la furia de
Evaristo, el cual le arrebató a su hija para evitar la vergüenza
social y siempre se negó a decirle su paradero. Enternecido por el
dolor de la mujer, el cuñado la toma de las manos y le promete que
él la ayudará a encontrar a esa hija, jurando que la retornará a
sus brazos, prometiendo guardar su secreto. Son vistos por Alejandra,
quien al verlos tomados de las manos, piensa lo peor y asegura a
Juan Carlos que la esposa no es digna de él y solo está a su lado
para apoderarse de su inmensa fortuna. Él sabe que esto no es verdad
y pide a la hermana que le diga las razones que tiene para pensar mal
de Isabela. Ella menciona que la vio con David, el cual aparece y
hace saber a su hermano que sorprendió a su esposa llorando y solo
le brindó su apoyo en lo que necesite. Luego en privado deja claro a
Alejandra que no tolerará intrigas a sus espaldas y ella le cuenta
lo que vio. Él le repite que tomó de las manos a su cuñada solo
para brindarle consuelo.
La
caprichosa Yareli desea ropa nueva y Zulema se vale de María
Soledad, a la que engaña haciéndole creer que se siente mal y desea
visitar al médico para descartar cualquier mal, mas no querer
alarmar a Fidel. La hija le da el dinero que le pide y ella se lo da
a Yareli, quien se compra ropa nueva y se encuentra con Sergio, de
quien es la amante. Él la lleva a cenar y después se revuelcan en
un hotel, donde él le promete que le dará todo lo que sueña, si
ella le muestra que es leal y fogosa con él.
En
la compañía trabaja Claudio Lomelí, quien ha desempeñado un gran
trabajo y en el cual Juan Carlos ha puesto toda su confianza. Es
justo a él a quien el hombre encarga de que ponga al tanto de todo a
su sobrino Mateo, el cual comenzará a colaborar con ellos ahora que
comienza las prácticas de su universidad. El empleado así lo hace y
descubre que el estudiante no puede evitar sentir una fuerte
atracción hacia él, que muestra la admiración que le tiene ante
Alejandra, la cual, alarmada, prohíbe al hijo que haga amistad con
ese empleado, recordándole que es demasiada poca cosa para alguien
como él.
Pastora
contempla la fotografía de un hombre y se toca a sí misma, invadida
por el placer del recuerdo del ayer. La sorprende Rosa, la cual le
pregunta si todavía sigue amando al que causó la desgracia de
Isabela y también la de Evaristo, quien desde que su hija menor fue
deshonrada y abandonada no ha podido vivir tranquilo. Pastora sin
embargo asegura que lo sucedido a su hermana solo fue consecuencia de
las bajas pasiones de esta. La sirvienta no le cree y la sabe aún
enamorada del hombre que estuvo a punto de casarse con Isabela, por
lo que le revela sospechar que ella tuvo mucho que ver con lo que
pasó hace tantos años, pues siempre quiso todo lo que era de su
hermana, incluso el cariño de sus padres y, por ende, el de un
hombre.
Celina
comete una indiscreción cuando le dice a Yahír que Oscar acosa a
María Soledad, pues el novio acude a enfrentar al jefe de su
prometida y lo golpea sin que la otra pueda hacer nada para evitarlo.
Los novios discuten y ella le hace ver que puede perder su trabajo,
por su culpa. Él entonces le deja ver que a su lado no volverá a
trabajar, pues no permitirá que le falten al respeto. Muestra su
lado machista y la novia da por terminada su relación, devolviendole
su anillo de compromiso. Regresa a casa, donde se desahoga con Rigo,
quien le asegura que Yahír solo desea protegerla. Este último se
emborracha en un bar y al salir y caminar rumbo al estacionamiento en
que dejó su auto, es sorprendido por Oscar, quien lo asesina
clavándole una navaja. Cuando la novia se entera de su deceso, no
puede evitar sentirse responsable y se desahoga con su padre y
hermano, los cuales le dan la fuerza y apoyo que necesitan. Se
sorprende cuando el hipócrita Oscar le da el pésame y se aprovecha
del abrazo que le da, para tocarla. La chica sale de inmediato de la
funeraria y se cruza accidentalmente con Leonel Campos, haciendo que
este derrame encima la comida y bebida que llevaba en las manos. Ella
se disculpa, intenta limpiarlo, pero solo arruina más sus ropas. Él
le pide que no se preocupe y al verla tan afligida le pregunta qué
pasa. Ella se lo cuenta, él le da sus condolencias y como ella
insiste para reponerle la comida que derramó, él le da su número
de teléfono, aceptando que lo invite a cenar a la taquería de su
padre.
Alejandra
recibe en casa a Willy, un apuesto muchacho que hace tiempo sostuvo
un romance con Mateo, el cual discute con su madre cuando esta le
dice que hará todo lo que esté en sus manos para hacerlo olvidarse
de Claudio, a quien el muchacho defiende verbalmente, asegurando que
aquél es un hombre valioso, no solo como profesionista, sino también
como ser humano. Acude a él para seguir poniéndose al tanto de los
manejos de la compañía y se atreve a invitarlo a salir. Nervioso,
el otro se resiste pero termina aceptando. Se topan con Willy, el
cual se atreve a besar a su ex con el único fin de ahuyentar al
otro, que queda perplejo ante la situación. Sin embargo esto lo
alienta para aceptarse como homosexual ante el joven millonario.
Juan
Carlos suplica a Isabela que le diga el motivo de su tristeza, pero
ella se niega a hablar. Él le propone que vuelvan al caribe, mas
ella desea estar cerca de su padre, en sus últimos momentos, ya que
tiene esperanza de que este le diga lo que desea saber desde hace
tantos años. Vuelve a David su cómplice y acuden a la casa en que
ella creció, pero Pastora se las ingenia para que no hable con
Evaristo, al que ha adormecido con medicina. Sin embargo Rosa sí
habla con la mujer y le dice sospechar que su hermana tuvo que ver
con las decisiones que su padre tomó en el pasado, además de que
este nunca estuvo de acuerdo en que se hubiera enamorado de quien lo
hizo. Isabela llora y lamenta no haber seguido las advertencias de su
progenitor, pues este muchas veces intentó hacerle ver que aquél
hombre al que amaba no era de fiar, y no se equivocó. Se sorprende
cuando la vieja sirvienta le dice estar convencida de que él no la
dejó solo porque estuviera embarazada, sino porque estaba decidido a
fugarse con otra. Se resiste a decir más cuando la mujer le pide que
le explique por qué piensa eso, pero recuerda que en aquellos días
sorprendió a Pastora haciendo maletas a escondidas y luego la volvió
a ver, esta vez llorando y desempacando.
Leonel
discute con su padre, Ernesto, quien es alcohólico desde la muerte
de su esposa y debido a ello perdió todo el dinero de la familia,
incluyendo su pequeña fábrica de cerámica. Padre e hijo sacan a la
luz el pasado y el vástago reprocha al otro el no tener la fuerza
suficiente para salir adelante y no reconocer que él, Hugo, su
hermano menor, y doña Ángeles, su abuela, también sufren, pero no
se han enganchado a nada ni se sienten responsables de la terrible
enfermedad que les arrebató a su ser más querido. El joven desahoga
con la abuela su frustración y esta lo alienta para que se case y
forme una nueva familia, pero al muchacho le preocupa que su padre
nunca salga de la depresión en la que vive y luego discute con su
hermano, pues este no acepta la manera en que discute con su
progenitor y lo culpa de incitarlo al alcohol. Por ello Leonel Busca
a su gran amigo, Tomás, con quien comparte una patrulla pues ambos
son policías y en un momento hasta pensaron que serian familia, pues
Leonel fue novio de la hermana del otro, Lulú, quien aún está muy
dolida por haber terminado con él. Leonel lamenta que la chica
sufra, mas no puede hacer nada ya que no la ama ni desea ser presa de
sus celos. Luego piensa en María Soledad y decide llamarla para
probar los tacos de Fidel, a los que acude, deleitándose pero no
permitiendo que la chica pague. Le cuenta que es policía y la invita
a dar una vuelta en la patrulla. Ella le cuenta esto a Celina, la
cual la apoya para que vuelva a enamorarse y supere la muerte de
Yahír. La protagonista no olvida el pleito de su novio con Oscar,
quien le tiende una trampa para propasarse con ella, que esta vez lo
abofetea para luego salir apresurada, topándose con Leonel, el cual
la consuela y al verla llorar seca sus lagrimas y la mira con
ternura, diciéndole lo bonita que es. La lleva a casa, donde los ve
llegar Zulema, la cual acusa a la hija de ser una golfa que ha
encontrado refugio en alguien nuevo. Discuten a tal grado que, cuando
la muchacha reprocha a la madre no quererla, esta le confiesa que es
verdad, y que nunca la ha visto como hija, sino como una carga. Las
escucha Rigo, quien defiende a su hermana y también hace reproches a
la mamá, quien lo corre para que acuda a la taquería, donde el
muchacho le cuenta a su padre lo que escuchó. Fidel entonces
enfrenta a su mujer, quien le dice estar harta de tener que soportar
a la entenada, de la que vive arrepentida por haberla tomado en sus
brazos, cuando se la entregaron. Él deja claro a la esposa que ambos
decidieron hacerse cargo de María Soledad y la registraron como
suya, recordándole que recibió una buena suma de dinero con la que
pudieron comprar la casa que habitan, así que si insiste en
maltratar a la recogida, entonces se las verá con él. Por su parte
María Soledad se desahoga con Celina, pues no entiende por qué su
madre y su hermana actúan contra ella, como si la odiaran.
Ángeles
sabe que Hugo anda en malos pasos y le pide que recapacite y no siga
el camino de su padre, mas el chico dice estar desesperado por la
miseria en que viven, ya que desea tener mucho más, consciente de
que tiene buena percha y podría encajar en la alta sociedad. Asusta
a la abuela por sus aspiraciones, pero no al padre, quien alimenta
sus sueños con el fin de que consiga dinero que lo beneficie a él,
para seguir bebiendo.
Sergio
tiene negocios sucios que todos en la familia ignoran y se comunica
con uno de sus colegas para recibir la noticia de que han recibido
nuevo cargamento proveniente de Sudamérica. El malvado celebra con
Yareli, a la que entrega un traje para que lo use en el hotel en que
ha reservado una suite.
MARZO
2024. Ya en el hotel, Yareli se resiste a ponerse el regalo de su sugar daddy, asegurando no ser una prostituta,
mas él la convence entregándole un teléfono costoso. Luego de que
ella modela para él y se presta a sus juegos, la hace suya con
rudeza. La chica se asusta, mas al ver su teléfono recobra la pasión
que siente por el hombre, el cual le jura que recibirá más de lo
que le ha dado, siempre y cuando acceda a lo que él le pida.
Evaristo
está dispuesto a decirle la verdad a Isabela y, para evitarlo,
Pastora le inyecta una fuerte dosis de medicina por lo que, cuando
recibe a Isabela, acompañada por David, entre llanto y
desesperación, el hombre sufre un paro cardíaco que le impide
hablar y muere causando gran dolor a su hija, de la que antes de
morir ha recibido el perdón. Sin embargo su deceso hace pensar a la
mujer que nunca sabrá qué fue de su hija y se desahoga con Rosa, la
cual exige a Pastora que hable, convencida de que esta sabe la verdad
y la ha callado durante años con el único fin de hacer sufrir a
Isabela. La villana dice estar afectada por la muerte de su padre y
jura a Isabela que, si hubiera sabido lo que el hombre hizo con la
criatura que tuvo, se lo hubiese dicho. La angustiada Isabela
desahoga con Rosa la frustración de no saber nada de su hija,
llenando de compasión a David, el cual está más que decidido a
ayudarla y habla con Sergio para que lo ayude a conseguir un buen
detective, sin decirle para qué. El cuñado lo pone en contacto con
un policía: Julio Almada, el cual hace saber al cliente que será
difícil dar con el paradero de la muchacha que busca, mas se
entrevista con Rosa, quien le da una lista de los empleados que
trabajaban para Evaristo hace más de veinte años. Cuando Pastora se
da cuenta de lo que sucede, despacha al policía y decide echar a la
sirvienta a la calle, revelándole que sí, que sabe lo que pasó con
la hija de Isabela, pero que nunca hablará, pues le da un gran
placer que la otra sufra, pues con ello está pagando el precio de
haberle arrebatado el amor hace tantos años. Rosa sabe que todo
siempre se ha tratado del odio de la mujer hacia la hija de su
difunto marido, pues no le perdona que un hombre la haya preferido al
grado de haber estado a punto de casarse con ella. Le recuerda que
aqu´l hombre se enamoró locamente de Isabela y la prefirió, pero
para la villana eso no importa y también deja entre ver a la criada
que fue la causante de que aquél enamorado no llegara a la iglesia,
plantando a Isabela para irse lejos. Rosa ríe, pues ahora comprende
por qué hace años Pastora peparó maletas. Se burla de ella, pues
finalmente ese traidor tampoco quiso estar a su lado, pues siempre ha
sido poca cosa, comparada con su hermana. Decide apartarse de su lado
y se marcha de la casa.
Julio
no desea comenzar la investigación que tiene a su cargo, a pesar de
que Sergio le ha pedido el favor, así como información de lo que
hace, pues su prioridad son los negocios sucios que hace con
criminales, por lo que pide a Tomás que él se haga cargo y este a
su vez pide apoyo a Leonel, al cual Lulú descubre con María
Soledad. Llena de rabia y celos, arma tremenda escena al ex, quien le
recuerda que hace mucho tiempo que ya no son nada y no quiere tener
que ver nada más qué ver con ella. Se desahoga con Tomás, quien le
aconseja que se resigne, pues ella alejó al enamorado con sus dramas
y toxicidad. Ella sin embargo jura que si Leonel no es para ella, no
será para otra, y menos para una mustia como María Soledad, por lo
que lleva alcohol a Ernesto para intrigar contra la nueva amiga de su
hijo. Este le promete que nunca aceptará a otra que no sea ella y
bebe gracias al alcohol que le ha brindado Hugo, siendo descubierto
por Ángeles, la cual le suplica que deje el vicio y no siga
arruinando su vida, ni la de sus hijos, pero el alcohólico la agrede
y le recuerda que ella solo ha sido una arrimada desde que su hija
murió. La mujer lo abofetea y le recuerda que la casa en que viven
es de su difunto esposo, pues él ni siquiera eso pudo darle a su
familia.
Juan
Carlos acompaña en todo momento a Isabela en el velorio y entierro
de Evaristo. Esto ha despertado incomodidad en David, quien teme
haberse enamorado de la mujer de su hermano y se desahoga con
Claudio, el cual además lo alerta de pérdidas que hay en las
finanzas de la compañía y le dice sospechar de malos manejos por
parte de Sergio, pues en las cuentas que maneja ha habido muchos
desvíos de dinero. David intenta investigar haciendo preguntas a
Alejandra, la cual le asegura que las cosas están bien en su
familia, además de jurar que Sergio es un hombre intachable. Sin
embargo acude a este y le exige que le diga qué es lo que está
pasando y qué ha hecho dentro de la empresa, pues David le ha hecho
preguntas y lo conoce bien: No descansará hasta descubrirlo todo. El
cínico marido revela a su esposa que ha hecho ligeros desfalcos, mas
promete que va a devolver ese dinero, el cual ha utilizado para que
ellos se enriquezcan.
Leonel
y Tomás acompañan a Julio a entrevistarse con Isabela, a quien el
investigador presenta con los otros dos, los cuales se harán cargo
de buscar a la hija que busca. Es así que Leonel la conoce y luego
hace saber a Tomás que la mujer tiene mucho parecido con María
Soledad, pero el amigo solo se ríe de él. Deciden buscar a Rosa, la
cual es pieza clave para dar con el paradero de la hija de Isabela.
Oscar
es implacable con María Soledad, a la que da trabajo extra con la
finalidad de que ella se quede a trabajar más tiempo en el almacén.
Al saber esto, Celina decide acompañar a su amiga pero el jefe se
las ingenia para hacer que se marche, sin sospechar que fuera del
lugar la empleada se cruza con Leonel, al que cuenta de las
pretensiones de su jefe con la protagonista, pidiéndole que se
mantenga cerca de ella. Es por ello que en el momento en que Oscar
decide irse sobre María Soledad, para besarla y propasarse, el
apuesto y valiente Leonel aparece para defenderla, enfrentando al
acosador, amenazando con llamar a la policía. Se lleva a la chica,
mientras el otro hace una gran rabieta debido a la frustración.
Cuando la muchacha llega a casa, agradece al chico por haberla
ayudado y este intenta darle un beso, pero aparece Yareli para
molestar a su hermana y hacer insinuaciones sobre ella. Entonces
Leonel se marcha y las hermanas discuten. La menor ofende a la otra,
que decide ignorarla, para entonces padecer los reproches de Zulema,
a quien Yareli le cuenta lo que vio. María Soledad queda asombrada
cuando la supuesta progenitora la acusa de ser una golfa, tan golfa
como su verdadera madre. Al darse cuenta de la indiscreción que ha
cometido, se encierra en su habitación, sin dar la cara, por lo que
la protagonista acude a la taquería y le pide a Fidel que le diga la
verdad sobre su origen y este le asegura que Zulema le ha mentido
solo para herirla, mas la muchacha no le cree más. Aparece Rigo y
pide a su padre que sea justo y diga la verdad a su hermana. A Fidel
no le queda más remedio que decir a su hija que su madre murió
dándola a luz y que es hija bastarda de él, que obligó a Zulema a
reconocerla para no dejarla desamparada. La chica se aferra a él y
con llanto le revela haber sentido mucho dolor al pensar que no era
parte de la familia. Comprende entonces el desprecio de Zulema y la
perdona, pues sabe que ha sido difícil para ella, que tiene una
discusión con el marido, pues este le exige que se disculpe con la
chica y le asegura que, si vuelve a mencionar algo de la verdad que
han callado durante años, será él quien les diga a sus hijos dónde
la conoció y de qué vida la sacó. La dura Zulema entonces se
disculpa con María Soledad y le dice sentir por ella rabia, pues la
sabe consentida de Fidel, su preferida por encima de Rigo y Yareli,
quienes sí son sus hijos legítimos. Rigo asegura que la chica es
tan legítima como él y su hermana menor y que para ellos no hay
ninguna diferencia. El matrimonio se sorprende cuando la muchacha
pide visitar la tumba de su madre, pues esto los lleva a decirle una
nueva mentira.
Isabela
se presenta a la lectura del testamento de su padre y se sorprende al
saber que Rosa ya no trabaja en la casa. Esto la hace tener una
discusión con Pastora, quien queda sorprendida cuando el Licenciado
Robles, notario de su familia, la entera de que sin la presencia de
la sirvienta no puede darse lectura al documento, pues la empleada
está implicada en él. La mujer maldice a Rosa y teme a que esta
hable con Isabela, a la que pide que se olviden de ella y hagan algo
para que el testamento se lea, pero la hermana se resiste y se va,
asegurando que sin Rosa ella tampoco quiere saber el contenido del
testamento. La villana entonces intenta sobornar al notario, pero
falla. Maldice a su difunto padre y rompe todo a su paso.
Leonel
padece el acoso de Lulú, a la que exige que lo deje en paz y
reprocha el que lleve alcohol a su padre. Ella le pide que regresen,
prometiendo disposición para cambiar y no ser tan celosa y posesiva,
mas el hombre la rechaza y acepta que está interesado en María
Soledad, cuando la ex se lo pregunta. Luego le cuenta a Tomás lo que
sucedió en el almacén y su deseo de buscar un nuevo trabajo para su
amada. El amigo se ríe de él, pues no ha podido encontrar un
trabajo para sí mismo y ahora desea ayudar a la muchacha que le
gusta y de la cual habla con la abuela Ángeles, quien tiene deseos
de conocerla y se alegra de que por fin haya olvidado a Lulú, a la
cual nunca tuvo en estima, por considerarla mala persona. La vieja
luego se encuentra con la muchacha, la cual la acusa de ser una
chismosa por decirle a Leonel que llevó alcohol a Ernesto. La
anciana simplemente la ignora y hace como si no la conociera,
haciéndola rabiar, mientras que el nieto busca a María Soledad en
el almacén y descubre a Oscar intentando propasarse con ella, por lo
que lo enfrenta a golpes. Esto ocasiona que el malhechor corra a la
empleada, a la que el nuevo amigo alienta para que levante una
denuncia, pero esta no quiere que su familia se entere de lo
sucedido.
Ante
la reciente cercanía entre Isabela y David, Alejandra se comunica
con Begoña y la invita a pasar una temporada en México,
convenciéndola de que recuperar el amor de su ex marido podría ser
bueno para todos, sobre todo para el hombre, que revela a Isabela lo
infeliz que fue al lado de su ex esposa, a la que amó con todo su
ser y la cual se mostró indiferente y se negó a ser madre. Le
aconseja que cuente su verdad a Juan Carlos y ella así lo hace.
Este, comprendiendo ahora la tristeza de su esposa, le brinda todo su
apoyo y le promete que encontrarán a su hija. Pide a David que lo
ayude mas Alejandra se opone a ello y discute con su hermano mayor,
al que en privado asegura que entre el hermano menor y su esposa hay
algo, pues este se ha entusiasmado con ella. Juan Carlos no le cree y
le dice saber que siempre ha odiado a Isabela, la cual la desplazó
como señora de la casa y se ha ganado el cariño de todos. Alejandra
asegura que eso no es verdad y asegura al hombre que el tiempo le
dará la razón.
Leonel
da un beso a María Soledad y son vistos por por Zulema, quien hace
tremendo escándalo a la muchacha, de la que el chico dice estar
enamorado. Cuando la mujer llega a insultar a la chica, esta le
recuerda que ella no es su madre y no tiene ningún derecho sobre
ella. Zulema la abofetea y luego se victimiza ante Fidel, al que
asegura que la chica tiene la misma mala sangre de su madre, que era
una cualquiera. María Soledad pide a su padre que le diga si eso es
verdad y este le asegura que no, y le aconseja que, si es verdad que
Leonel la ama, lo acepte, pues merece tener a su lado a alguien que
la ame. Por su parte el chico desahoga con la abuela Ángeles lo que
siente y ella lo apoya para que enamore a la muchacha y le pide que
se la presente, agradeciéndole a Dios que el nieto no haya vuelto a
caer en las garras de Lulú, la cual se entretiene con Julio, el cual
ría cuando hablan de la relación que han mantenido siempre y de la
que ni Leonel ni Pedro han sospechado nunca.
Lulú
le habla a Hugo de María Soledad y este, al querer verla, se cruza
con la ambiciosa Yareli, quien lo atrae con sus encantos y también
por sus ambiciones. Pone los ojos en ella ya que ambos se
identifican y creen que pueden llegar muy lejos. La invita a salir,
pero ella lo rechaza, asegurando que vuela demasiado alto como para
perder tiempo con él.
Mateo
y Claudio comienzan un romance que descubre Sergio, el cual prohíbe
esa relación y acusa al empleado de querer sacar ventaja de su hijo,
el cual lo defiende y dice estar enamorado. El progenitor le prohíbe
que se exhiba en la compañía, avergonzándolo, y discute con
Alejandra por esta situación. Ella reprende al vástago, quien le
recuerda ser lo suficientemente mayor para tomar sus propias
decisiones y habla con Isabela, quien lo apoya, pues cree que Claudio
es un hombre decente. Ella habla de esto con Juan Carlos, pidiéndole
que apoye al sobrino. Ante esto, él pide a Mateo que invite a cenar
a Claudio, pese a la oposición de su hermana y cuñado, al que David
deja claro que no tiene ni voz ni voto para nada, pues siempre ha
sido un mantenido que vive a expensas de su familia y al que acusa de
hacer malos manejos en la compañía, prometiendo que conseguirá las
pruebas y lo pondrá en evidencia.
Alejandra
exige a Isabela que no intervenga en los asuntos de su familia y no
de consejos a su hijo Mateo, pues no sabe lo que es tener un hijo. Se
sorprende cuando la cuñada le asegura que se equivoca y le revela el
motivo de su tristeza. Busca a Juan Carlos para decirle que se ha
casado con una golfa y este le exige respeto, lo mismo que Mateo, el
cual al saber la verdad sobre su tía acude a esta para apoyarla,
revelando a su madre el querer más a la otra pues esta le ha
mostrado más atención y se interesa en lo que le sucede, mientras
que a sus padres solo les preocupa el dinero por el que nunca han
trabajado.
Rigo
descubre que Yareli anda en malos pasos y le pide que le diga de qué
se trata. Ella le suplica que no intervenga en su vida y cuando él
la acorrala le grita cuanto odia la pobreza en que viven y cuanta
vergüenza le da ser la hija de un taquero y una simple ama de casa.
Asegura tener ambiciones y estar decidida a todo para convertirse en
alguien de alcurnia, con importancia y, sobre todo, mucho dinero.
Fidel
busca a Leonel para preguntarle qué intenciones tiene con su hija,
descubriendo que el policía es un buen muchacho, por lo que le pide
que cuide de la muchacha misma que gracias a Celina encuentra trabajo
en la joyería en que trabaja Lulú, como vendedora. Allí conoce a
Alonso Del Ángel, el dueño, quien de inmediato se fija en ella y
descubre que tiene potencial no solo para las ventas, sino para lucir
sus suculentas creaciones.
Pastora
se niega a dar información a Leonel y Pedro para ayudarlos en su
investigación. Al estar sola, recuerda cómo en el pasado convenció
a sus padres para deshacerse de la hija de Isabela, a la que aun
después de años sigue odiando por haberle arrebatado el cariño del
hombre al que amaba. Sola, invadida por la amargura, recorre toda su
casa y llora, llena de rencor, maldiciendo a todos los que se
opusieron a su felicidad.
Rigo
pide a Zulema que haga un esfuerzo para querer a María Soledad, la
cual siempre ha necesitado de ellos. le advierte que en quien debe
poner los ojos puestos es en Yareli, a la que vio despedirse
cariñosamente de un hombre que podría ser su padre, por lo que
sospecha que anda en malos pasos. Alarmada, la madre exige a la hija
que le diga qué es lo que sucede y se asombra cuando esta,
desafiante, le asegura que no es verdad lo que su hermano le ha
dicho, mas está decidida a todo para largarse lejos de ellos, por
los que no siente más que vergüenza, por ser unos conformistas. Aparece María Soledad para tranquilizar las cosas y defender a
Zulema, exigiendo a la hermana que no le hable así a su madre. Esta
la ofende y la acusa de ser una bastarda que ha vivido como arrimada.
La discusión y las ofensas llegan a tanto, que esta vez Zulema
defiende a la hijastra y abofetea a su propia hija, sintiéndose
responsable de haberla malcriado.
Begoña
llega a México y Alejandra le da la bienvenida en la mansión
Villagrán, dando una gran sorpresa a David, quien rechaza a la ex
esposa y le pide que vuelva a España, pues no quiere saber más de
ella, que lo acusa de amar a Isabela y le pide que reaccione, ya que
pueden recuperar lo que tenían. Él se niega rotundamente y discute
con Alejandra, ya que sospecha que ella ha intrigado para que Begoña
se encuentre en el país. La hermana se sincera y le dice sospechar
que se está enamorando de Isabela, sin darse cuenta de que es la
mujer de su hermano mayor. David asegura que eso no es verdad y que
entre él y la cuñada solo existe una amistad.
Pastora
exige al Lic. Robles que le de dinero, exigiendo sus derechos como
heredera de su padre, mas este no le puede entregar nada si Rosa no
hace presencia para que se de lectura al testamento. La mujer hace
tremenda rabieta y al visitar escaparates llega a la joyería en la
que trabaja María Soledad, en la que tiene gran fijación, pues sus
rasgos le recuerdan a los del hombre que amó en el pasado. Habla con
Alonso, el cual le muestra los nuevos diseños en los que trabaja y
ella le hace preguntas sobre la empleada, quedando atónita cuando el
joyero le dice estar apasionado por la belleza de la chica, lo que
también ha despertado los celos de Lulú, que no hace más que
molestarla desde que se entera de que es la novia de Leonel, contra
el cual la ex intriga, para entonces asegurar que aun hay algo entre
ellos, con la única intención de lastimar a la protagonista.
Julio
tiene negocios turbios con Sergio, al que ha apoyado durante años
por una fuerte suma de dinero que el otro le da mes con mes. El
policía le dice querer probar algo de la nueva mercancía y el
malhechor lo lleva a la casa en que tienen secuestradas a chicas que
se han robado para la trata de blancas, valiéndose de un gancho: Una
popular influencer de nombre Lidice Sosa, quien se vale de su belleza
y sensualidad para atraer seguidoras a las que secuestra por medio de
las fiestas que hace y en las cuales droga a las elegidas, sin que la
policía pueda intervenir pues tiene la protección de Julio, el cual
se da placer con una menor de edad, mientras que la proxeneta hace
cuentas con Sergio, al que entera de que su cliente especial está
exigiendo algo especial y no a las muchachitas de escasos recursos a
las que suelen seducir. El malvado hombre jura que darán a su
cliente lo que pide y tiene en la mira a Yareli, a la que entrega
ropas caras y una joya que le pide que luzca la noche en que él la
llevará a una fiesta importante. Ella presume esto a Hugo, el cual
le advierte de lo que pueden intentar hacer con ella, ofreciéndose a
ser su protector a cambio de dinero que ella no le desea pagar, pero
si le da a guardar algunas cosas que descubre Ángeles, la cual cree
a su nieto un ratero y le exige que le diga en qué pasos anda.
Discuten y los descubre Leonel, al que la abuela revela sus
sospechas, causando que los hermanos se enfrenten, llevando esto a
Hugo hacia las ofensas que hieren a su hermano, el cual sale furioso
de casa. Ante esto, la abuela asegura al menor de sus nietos que, de
seguir así , terminará igual que su padre.
Juan
Carlos y David descubren que Alejandra ha malgastado su herencia y se
encuentra en la miseria desde hace mucho tiempo. La citan y le dejan
claro que no le darán ni a ella ni a Sergio un peso más, pues saben
que el hombre ha usado su dinero para negocios que todos desconocen.
Seguido de esto, los hermanos se apoyan uno a otro para prescindir
del cuñado en la compañía, ya que gracias a Claudio han conseguido
las pruebas para poder echarlo, descubriéndose sus desfalcos.
Sergio
se defiende inútilmente e intenta valerse de Mateo para asegurar su
puesto en la compañía, pero el hijo no puede hacer nada por él. Por ello lo acusa de ser un vulgar y sucio homosexual que no sirve
para nada. El muchacho encuentra consuelo en Mateo, quien le suplica
que recapacite y se de cuenta de que aun lo quiere y reanuden su
noviazgo, pues lo echa de menos. Se besan y los descubre Claudio, el
cual no confía en el novio, el cual le jura que no ama a su ex, sino
a él, que le pide que aclare sus sentimientos y termina de momento
su relación, pues cree que el muchacho necesita tiempo para saber lo
que quiere. Por ello el chico pelea con Willy, al que exige que nunca más
lo vuelva a buscar.
ABRIL 2024. Decidido y duro, Mateo enfrenta a Alejandra, pues sabe que ella se
encuentra detrás de todo lo sucedido. La mujer le reprocha el no haber defendido a
su padre, el cual le ha ido a lloriquear sobre lo que le hicieron y
se desahoga en la cama con Yareli, a la que pide que le haga un favor
en el que ambos pueden ganar mucho dinero. La lleva a casa y los
sorprende Rigo, quien enfrenta al hombre y le exige que le diga
cuales son sus intenciones con la hermana, quien lo enfrenta y
humilla. Él le cuenta lo que ha visto a su padre, el cual discute
con su hija, quien le echa en cara el querer más a María Soledad a
sabiendas de que no es su hija. El hombre pide a la muchacha que
calle y no hiera más a su protegida, la cual merece lo mejor del
mundo porque a pesar de no ser de su sangre ha demostrado ser mejor
hija que ella. Esto provoca que Yareli arme un lío a María Soledad,
a quien avergüenza delante de Leonel y le hace saber que en realidad
la abandonaron porque su madre jamás la quiso. Por ello la
protagonista habla con Fidel y le suplica que le diga la verdad, pero
él se niega a revelar la verdad y deja claro a Yareli que, si
insiste en hacer sufrir a su hermana, tomará represalias. Luego
habla con Zulema de lo que sabe sobre su hija y la mujer le dice
temer a que esta ande en malos pasos o termine muy mal debido a su
ambición, y es que la chica se va de casa y Sergio la presenta con
Lidice Poza, a la que pide que se encargue de ella y le de la mejor
habitación de la enorme casona en que la proxeneta vive. Los lujos
dejan maravillada a la chica, a quien la proxeneta asegura que, de
seguir los consejos de Sergio, en poco tiempo hará mucho dinero.
María
Soledad pide a Zulema que le diga si en verdad es hija de Fidel o
este le ha mentido para no hacerla sufrir. La mujer, nerviosa, le
pide perdón por no haberla sabido tratar como una verdadera madre
mas no contesta su pregunta. Al contrario, le pide que le diga si
ella sabe en qué anda metida su hija. La entenada le asegura que
Yareli está loca de ambición y que será capaz de todo para
conseguir escalar socialmente, aunque para ello tenga que entenderse
con hombres mayores.
Begoña
hace todos sus intentos por acercarse a David, pues Alejandra le
insiste en que todavía tiene una oportunidad, para que no baje la
guardia y recupere su amor, pero al darse cuenta de que ha perdido
completamente al hombre, la ex esposa decide dar marcha atrás y
conoce a Rigo en el club de natación en el que se ha inscrito y
donde el también taquero es instructor. De inmediato tiende sus
redes para seducirlo y dejarse llevar por la pasión.
Ernesto
se atormenta por los recuerdos del pasado y de nueva cuenta pelea con
Ángeles, la cual se arma de valor para decirle que fue él el
responsable de la muerte de su hija, la cual enfermó por tanta
tensión y preocupación, pues el hombre era un desobligado que por
sus vicios dejó hundir la pequeña fábrica que tenía, hasta
quedarse sin nada. Él sale a la calle y al perderse en la borrachera
es arrollado por un automóvil. Al estar en el hospital solo llora y
pronto Leonel se entera de lo sucedido y acude a su lado. El hombre
le pide perdón por ser un mal padre y le promete que intentará
rehabilitarse.
María
Soledad se da cuenta de que Alonso está interesado en ella y le deja
claro que debe respetarla, pues necesita el trabajo, del cual sale
muy nerviosa luego de decirle que su novio es policía. Leonel pasa a
buscarla y la nota tensa. Ella calla las pretensiones del jefe, quien
ha descubierto que en verdad la muchacha es muy bonita. Sin embargo
Lulú habla con el policía y le asegura que su novia es una
cualquiera que se le resbala a su jefe, el cual se ha interesado en
ella. El enamorado no le cree y busca a su amada para preguntarle.
Ella lamenta que crea en las intrigas de su ex, con la que todavía
tiene que ver, lo cual cree ahora que él se ha enterado por ella de
las supuestas pretensiones de Alonso, ante el cual se presenta su
hermano, Willy, quien le pide dinero y ante su negativa para dárselo
le recuerda que él quedó como albacea de la herencia de sus padres
y debe proveerlo siempre que o necesite. Alonso reprende al hermano
por ser tan irresponsable y hedonista y este solo le exige dinero y
su parte de la herencia, para no volver a verlo jamás.
Alejandra
se atreve a intrigar nuevamente contra Isabela ante Juan Carlos, al
que asegura que su esposa tiene algo que ver con David. Las
insinuaciones sobrepasan una reunión familiar en la que el menor de
los hermanos estalla y pregunta a su hermana porqué no mejor les
cuenta a todos que odia a Isabela por saberla heredera de una fortuna
por la que ella y su marido están esperando durante años. Aunque la
hermana lo niega, Juan Carlos también sabe esto y por ello cree que
ha llegado el momento en que su hermana y su familia hagan una vida
aparte. Ella responsabiliza de estas decisiones a Isabela, a la que
aborda en privado y le asegura que se ha iniciado una guerra que no
piensa perder. Luego discute con Sergio, pues se han gastado toda su
herencia y no tienen a donde ir. Él le propone que muestre
resistencia, pues no se irán de la mansión de su familia.
Rosa
no se acostumbra a su soledad y comienza a buscar trabajo, sin éxito.
Pronto Isabel la encuentra y le pide que permanezca a su lado, pues
la necesita más que nunca ahora que ha comenzado a buscar seriamente
a su hija perdida. La sirvienta decide entonces instalarse en la
mansión de los Villagrán, poniéndose al servicio de todos y
padeciendo la irritable personalidad de Alejandra, que no hace más
que reprenderla por todo.
María
Soledad está más que convencida de que su madre vive y promete a
Rigo que dará con ella, para pedirle una explicación por su
abandono. El hermano le suplica que se conforme con el cariño de su
padre y se sorprende cuando la muchacha le dice sospechar que Fidel
no es su progenitor, sino el hombre que la recogió. Decidida a todo,
se traga el orgullo y pide ayuda a Leonel, quien finalmente la
presenta con Ángeles, la cual simpatiza con ella. Juntos acuden al
centro de rehabilitación en que ahora se encuentra Ernesto, el cual
sufre crisis desgarradoras ahora que está en proceso de
desintoxicación. El hijo se refugia en su querida María Soledad, a
la que asegura que entre él y Lulú ya no hay nada y lo confirma
Ángeles, quien hace saber a la novia del nieto lo feliz que está de
que ella le corresponda al policía, el cual vivió una relación
tóxica con la ex, a quien ella nunca quiso. Por su parte Leonel le
cuenta a Tomás que María Soledad desea encontrar a su madre y el
amigo cree que la chica puede ser la hija de Isabel, mas el otro lo
entera de que su novia vive con su padre legítimo, el cual la tuvo
fuera del matrimonio. Tomás le cuenta esto y otras cosas a Lulú,
quien entera a Julio de la investigación y a su vez este da informes
a Sergio, el cual hace saber a Yareli que se hará pasar por alguien
más y le inventa una historia que la chica tendrá que sostener,
siendo ayudada por Lidice para preparar su personaje: El de la hija
perdida de Isabel, a la par que el villano, con tal de conseguir sus
objetivos, en complicidad con el policía tiende una trampa a Juan
Carlos, el cual es acorralado en un supuesto intento de secuestro, en
el que es ejecutado. Su muerte llena de horror a la familia, sobre
todo a Isabela, a quien Alejandra hace saber que, ahora que ha
enviudado, no tiene nada más qué hacer en la mansión de su
familia. David interviene y asegura a la hermana que él luchará
para que la cuñada reciba lo que por ley le pertenece y deja claro
que no permitirá que Sergio vuelva a poner un pie en la compañía.
Hugo
se encuentra desesperado y por ello sigue a Yareli, descubriendo
quién es el amante de esta. Luego comienza a vigilar a Sergio, ante
el cual se presenta para extorsionarlo a cambio de no decirle a su
familia que tiene relaciones con una menor de edad. El hombre lo
hecha y al caminar por la calle el muchacho es interceptado por una
camioneta que lo secuestra y lo lleva a las afueras de la ciudad,
donde es golpeado brutalmente y abandonado. Su desaparición preocupa
a su familia.
Pastora
se lleva una gran sorpresa cuando ante ella aparece Gerardo
Villagrán, el hombre que hace años se iba a casar con Isabela y del
que ella se enamoró. Lo abofetea para luego besarlo y decirle cuanto
lo ha extrañado, reprochándole el que no haya seguido su plan para
huir juntos. Él le dice haberse enterado de la muerte de Evaristo y
le pide dinero, pues pasa por un mal momento económico. Ella le da
lo poco que tiene y en agradecimiento él le hace el amor. La mujer
le propone que viva con ella y compartan su parte de la herencia, en
cuanto se lea el testamento. Él le pide tiempo, pues no tiene cara
para volver a mirar a los ojos a Isabela.
Celina
sospecha que Oscar acosa a Vicky, una joven empleada en el almacén y
se lo cuenta a María Soledad, quien pide a Leonel que hagan algo
para detener al hombre. Las amigas hablan con la muchacha, quien con
llanto les cuenta que el jefe ha abusado de ella y teme a que tome
represalias si lo denuncia. Ellas le aseguran que, al hacerlo, otrás
también lo harán, comenzando por la propia María Soledad, quien
acompañada por su amado Leonel denuncia lo que vivió en el almacén,
teniendo a Celina como testigo. Esto impulsa a Vicky para denunciar a
Oscar por violación y su compañera anima a otras chicas del almacén
a que denuncien si han sido presas del jefe.
Mateo
se asombra cuando Claudio lo entera de que su padre es un estafador y
le muestra recibos de dinero que este gastó, quizás con el crimen
organizado. El hijo del malhechor enfurece y exige al novio que no
entregue dichas pruebas a nadie, pero al verlo decidido termina la
relación que sostiene con él. Se desahoga con Willy, el cual está
dispuesto a ayudarlo y por ello enfrenta al otro. Casi se golpean,
pero aparece David para evitarlo y habla con el empleado, quien le
dice lo que ha descubierto sobre su cuñado, al que Mateo enfrenta
con Alejandra como testigo, con preguntas que lo acorralan. Sergio
reprende a su hijo y lo abofetea por insultarlo, negando las
acusaciones. Sin embargo luego acepta ante Alejandra que tiene
negocios ilícitos pero que se valdrá de ellos ahora que Juan Carlos
ha muerto e Isabela lo heredará, pues está preparando a alguien
para que se haga pasar por su hija desaparecida y así al poner todo
a su nombre, él entre en batalla para arrebatarle lo que por derecho
les pertenece a ellos. Alejandra, feliz, lo besa y le brinda todo su
apoyo, por lo que exige a Mateo que nunca más vuelva a mencionar lo
que le han dicho de su padre, el cual, para evitar que sus actos
salgan a la luz, decide matar a Claudio, citándolo en un lugar, en
el que le dispara a sangre fría.
Gerardo
queda muy impresionado al descubrir la opulencia en que vive Isabela, a
la que ahora que sabe viuda cree que debe recuperar. Se acerca a la
mansión Villagrán y se topa con Begoña, quien de inmediato
simpatiza con él, que le dice ser un viejo amigo de Isabela.
Ángeles
está preocupada por Hugo, pues está convencida de que algo le pasó,
y Leonel no deja de poner de su parte para encontrarlo, sin éxito.
No saben que el muchacho deambula por una ciudad perdida,
completamente fuera de sí, como un vagabundo.
El
Lic. Robles recibe a Isabela, Pastora y Rosa en su despacho y da
lectura al testamento de Evaristo, el cual ha dejado a la sirvienta
como albacea de sus bienes, los cuales ha dividido en una octava
parte para la criada, otra octava para Pastora, una cuarta para
Isabela y la mitad para la hija de esta, en compensación por el daño
que le provocó al separarla de su madre. Esto sorprende a las tres
mujeres, pero a solas Pastora hace una rabieta y maldice a su hermana
y la hija bastarda que esta tuvo. Jura que nunca permitirá que la
encuentre, sin contar con que el Lic. Robles ha entregado a Isabela
una carta en la que su padre le revela que la criatura le fue
entregada a la sirvienta Zulema, a la que se le dio una fuerte suma
de dinero para que desapareciera a la criatura, por lo que, si logra
encontrar a la mujer, sabrá dar con el paradero de su hija. De
inmediato la angustiada madre y ahora viuda se comunica con Julio
Almada, quien pone sobre aviso a Sergio, el cual habla con Lidice y
esta le asegura que Yareli está más que preparada para el plan que
desean ejecutar. No cuentan con que los desesperados Zulema y Fidel
buscan a su hija y Rigo le sigue los pasos con la ayuda de Leonel, a
quien María Soledad le ha pedido que encuentre a la muchacha,
convencida de que está al lado de su amante.
Oscar
es detenido y juzgado, pues muchas mujeres lo han denunciado por
acoso y se ha comprobado que violó a mas de tres. Él jura que todas
mienten y pronto tiene un careo con Vicky y María Soledad, a la que
maldice y jura que se vengará. Sin embargo pasará una larga
temporada en la cárcel, donde varios reos le dan la merecida
bienvenida que reciben todos los violadores, causándole un gran
trauma emocional.
Lulú
busca a Willy y lo entera de que su hermano tiene amoríos con una
empleada que será capaz de sacarle todo el dinero que pueda si él
no interviene para que la echen, y es que Alonso se ha enamorado de
María Soledad, mas no quiere ahuyentarla al decirle lo que siente.
La invita a comer y le pide que sea ella la modelo de su nueva
colección de joyas. La chica se resiste pues cree que el jefe tiene
otras intenciones, mas este le promete que nunca le pedirá nada que
la ofenda, pidiéndole que intenten ser buenos amigos. No saben que
Lulú ha apuesto sobre aviso a Leonel, quien sorprende a su novia
comiendo con el jefe y le pide explicación. Discuten y entonces él
la acusa de ser como todas y no dudar en que le haya dado motivos a
Oscar para faltarle al respeto. María Soledad lo abofetea y dan por
terminada su relación. Al volver a la joyería se topa con Willy,
quien le dice saber sus intenciones y le exige que se deje el
trabajo. Ella lo abofetea ante sus insultos y se desahoga con Alonso,
ante el cual renuncia. Este se niega a dejarla ir y le hace ver que
Leonel está muy equivocado. Ella entonces le cuenta del incidente
que tuvo con su hermano, al que el joyero cita para mostrarle la
cantidad de dinero que ha gastado desde que sus padres murieron. Tras
ello le muestra cuanto dinero le dejaron de herencia y le entrega los
pocos pesos que le quedan, exigiéndole que desaparezca de su vida y
no vuelva a interferir en sus asuntos. Él busca a Mateo, quien no se
repone de la muerte de su tío Juan Carlos ni de la de Claudio,
entrando en una depresión que preocupa a Alejandra, quien pregunta a
Sergio si él tuvo qué ver en las muertes de las dos personas a las
que más quería su hijo. Este responde con su silencio.
David
muestra todo su apoyo a Isabela, quien cree que debe volver a la casa
de su padre y comenzar una nueva vida. Sin embargo pronto se sabe que
ella es la heredera universal de Juan Carlos, llenando de asombro y
odio a Alejandra y Sergio, quienes la felicitan. Este último entera
a la viuda que hace tiempo su marido comenzó una investigación
privada y han dado con el paradero de su hija, a la cual tendrá
dentro de poco en sus brazos. La mujer se ilusiona, pide hablar con
ese investigador, pero el concuño es astuto y logra persuadirla para
que le de tiempo.
Pastora
y Gerardo se revuelcan y él de nueva cuenta le pide dinero, pero
esta vez una cantidad mayor. Al salir de casa de la mujer, asombra
con su presencia a Rosa, la cual ha regresado para instalarse. La
sirvienta reprocha a Pastora el ser una traidora y actuar siempre a
espaldas de los suyos. La villana le pide que deje de molestarla y
muera pronto, pues no quiere soportar su presencia durante mucho
tiempo. Rosa sin embargo vuelve a la mansión Villagrán y le cuenta
a Isabela que ha visto a Gerardo, mismo que se encuentra con Begoña,
la cual lo ha vuelto su amante a la vez que tiene ardorosos y
apasionados encuentros con el y sensual y vigoroso Rigo, quien se
enamora de ella.
Leonel
no deja de pensar en María Soledad y al hablar con Pedro, este le
aconseja que la busque y acepte que sus celos no tienen motivo, pues
la chica se da a respetar. Esta a su vez se atreve a visitar a
Ernesto en el centro de rehabilitación y descubre que Lulú le lleva
bebidas alcohólicas, por lo que le reprocha que obre de tal manera.
Ambas se enfrentan y son descubiertas por Leonel, quien al saber lo
que su ex hace le pide que no se vuelva a acercar ni a él ni a su
padre. Aclara las cosas con María Soledad, a la que pide perdón por
sus celos y la besa. Ella le corresponde y le pide ayuda para
encontrar a su madre. Él le dice que es necesario que se haga
pruebas de paternidad.
Pedro
descubre que Julio cubre a una red de trata de blancas y da con la
casona en la que vive la influencer Lidice Sosa, quien le ofrece
mucho dinero para que no moleste y le da un paseo por el lugar,
mostrándole que no hay lo que busca, a excepción de ella, los
guaruras que la cuidan y una amiga: Yareli. Al verla, Pedro la
reconoce y la entera de que sus padres la están buscando, creyéndola
desaparecida. La muchacha les manda un mensaje con el policía: Está
decidida a todo por conseguir sus ambiciones y no piensa regresar con
ellos. Esto les causa una enorme tristeza a los Roldán, quienes
encuentran refugio en María Soledad, la cual busca a Yareli y le
pide que recapacite, recibiendo insultos y humillaciones por parte de
la hermana, a la que esta vez abofetea para luego marcharse llorando
y desahogarse con Rigo y Fidel, los cuales están convencidos de que
la ambición de Yareli no la cegó, pues la chica es mala por
naturaleza.
Isabela
y María Soledad se cruzan cuando van a orar a la villa de Guadalupe,
ambas pidiendo a la virgen que les permita encontrarse. Luego la
adulta acude a la que fuera casa de su padre para preguntar a
Alejandra qué tiene que ver con Gerardo, mismo que se presenta en el
lugar, asombrándose por la belleza de su ex, la cual se alegra de
verlo y lo abofetea, pues lo responsabiliza de todo el sufrimiento
por el que ha atravesado en los últimos años. Él le asegura no
haber tenido el valor para vivir bajo el yugo de Evaristo, el cual
nunca lo aceptó y le ofreció dinero para que se marchara lejos.
Pastora interviene y entera a su hermana de que ahora ella y Gerardo
han decidido estar juntos y aparece Rosa para enterar a su consentida
que esos dos han estado liados desde que ella se iba a casar con él,
que la plantó en la iglesia para huir con su hermana, a la que no se
llevó con él y también la dejó herida y despechada. Isabela no lo
puede creer, mucho menos cuando la cínica Pastora lo acepta, así
como dice amar al hombre desde antes de que este se hiciera novio de
la hermana menor, que la abofetea y se marcha.
Ángeles
culpa a Ernesto por la desaparición de Hugo y el hombre cree que su
hijo ya es lo suficientemente hombre como para defenderse y hacer lo
que deba hacer para ponerse a salvo, pues finalmente son gente de
barrio que tiene que lidiar con el día a día. La abuela no aguanta
más y corre al yerno de su casa, mas este le recuerda que la
propiedad era de su marido y este se la heredó a su difunta hija
que, al morir, por ende se la dejó a él y sus hijos, por lo que la
arrimada es ella. Intenta echarla pero aparece Leonel para detenerlo
y volverlo a enfrentar. Por su parte Leonel deambula por las calles,
fuera de sí y es arrollado por un automóvil. Su estado es crítico
por lo que va a dar al hospital, donde no recuerda quién es. Sin
embargo la policía ha subido su foto a redes sociales y ha sido
identificado por María Soledad, quien de inmediato da la buena nueva
a Leonel, el cual acude al hospital junto con doña Ángeles. Ambos
sufren por el estado del muchacho, el cual tiene un momento de
lucidez y los reconoce, pidiendo perdón por haberlos ignorado. Les
cuenta que quiso extorsionar a un hombre y que luego de esto fue
golpeado y justo cuando está por desenmascarar al autor de su
agresión, muere, llenando de dolor a los suyos, que lo velan y
entierran entre seres queridos.
MAYO
2024. David toma la presidencia de la compañía, oponiéndose a que
Sergio vuelva a pesar de la insistencia de Alejandra, quien siente
una enorme frustración por no poder ayudar a su marido. Pide a Mateo
que él intervenga, pero el chico se opone y se vuelve en el brazo
derecho de su tío, el cual le revela que se ha enamorado de Isabela,
la cual se sorprende cuando el concuño la entera de que ha
encontrado a su hija y dentro de poco la tendrá en sus brazos. No
cuenta con que Rigo y Zulema acuden a la casona de Lidice y exigen a
esta que la dejen ver a Yareli. La proxeneta se comunica con Julio,
el cual acude con unos compañeros y decide arrestar a la madre y su
hijo por causar disturbios en la vía pública, pero esto lo ha visto
a lo lejos la ambiciosa Yareli, quien se ha dado cuenta de lo que
Lidice hace en realidad y desea irse, pero la también influencer
ordena a sus guaruras que la detengan y la encierran en el sótano
junto con otras chicas secuestradas. Da aviso a Sergio, quien no lo
puede creer y entonces ordena a su cómplice que se prepare, pues
será ella quien se haga pasar por la hija de Isabela, presentándola
en la fiesta de cumpleaños de la mujer, la cual se sorprende al
tener ante ella a Lidice, la cual para dar más realismo monta un
teatro y llora, asegurando que durante años buscó a su madre y
ahora está feliz de haberla encontrado. Las dos mujeres lloran, se
abrazan, pero pronto aparece Pastora para felicitar a su hermana y
hace demasiadas preguntas a su supuesta sobrina, dándose cuenta de
que es una impostora. Se lo cuenta a Gerardo, al que revela que la
hija que su hermana tuvo fue entregada a la criada Zulema, a la que
se le dio mucho dinero para que huyera de la ciudad. Sin embargo el
hombre pronto conoce en la joyería a María Soledad y se siente
atraído a ella, por su belleza. Decide seguirla y al verla hablando
con Zulema y Fidel, descubre que esa es su verdadera hija, así que
intenta acercarse a ella, que lo rechaza, pensando que tiene malas
intenciones. Luego en la joyería recibe la visita de Pastora, quien
le hace demasiadas preguntas, dándose cuenta así de que ella puede
ser la hija de su hermana, así que visita la taquería de Fidel,
enterándose de que este tiene un hijo y dos hijas, por lo que cree
que se equivoca.
Sergio
busca a Yareli y la reprende por no haber accedido a cumplir con el
trato que hicieron. La chica llora y le pide que la deje ir. Él le
promete que así será, pero que antes le debe pagar por todo lo que
le dio, así que la entrega a un hombre que la hace suya, para luego
decirle que trabajará para él durante un tiempo y después podrá
volver a casa. Ella llora, arrepentida por haber despreciado a su
familia.
Lulú
sigue molestando a María Soledad dentro del trabajo y la acusa de
haber cometido un robo, lo que Alonso no puede creer, pues tiene
confianza en su empleada, la cual le jura que todo se trata de un
error. El hombre revisa las cámaras de seguridad y descubre que ha
sido Lulú la que armó el alboroto, por lo que toma la decisión de
prescindir de ella, con la amenaza de denunciarla si se atreve a
actuar contra María Soledad, quien agradece al hombre por su
confianza. Él la toma de las manos y le dice estar decidido a
ayudarla si ella se lo permite, mas la mujer le recuerda que tiene
novio.
Zulema
se estremece cuando en un mercado se encuentra con Rosa, quien la
reconoce y la sigue para que hablen, pero la mujer huye, sin
sospechar que la otra la sigue abordo de un taxi, dando con su
paradero. Le pregunta por qué no conservó a la hija de Isabela y la
entregó a un orfanato, sorprendiéndola. Zulema le echa mentiras y
luego habla con Fidel sobre lo que ahora sabe. El hombre, al saber
que es una impostora la que se hace pasar por hija de la mujer, cree
que no es justo que otra disfrute de lo que por derecho le
corresponde a María Soledad, mas no saben como contarle la verdad.
Esta a su vez pide a su padre que se hagan pruebas de paternidad y él
se resiste y le cuenta la verdad: Ella no es su hija, ni la tuvo con
una mujer que la abandonó, sino que fue presa del odio de su abuelo,
el cual ordenó desaparecerla, mas él y Zulema decidideron
adoptarla.
Lidice
no pierde el tiempo en la mansión Villagrán y además de exigir
muchas cosas a Isabela, está decidida a conquistar a David, al que
se le insinpua y sorprende bañándose. Se sincera y le dice sentirse
atraída a él. Lo besa y es rechazada. El hombre habla de esto con
Mateo, el cual se acerca a su supuesta prima para saber más de ella,
mas la otra rechaza hablar de lo que vivió en el pasado. El mundo se
le viene encima a la influencer cuando Gerardo descubre sus redes
sociales y se las muestra a Pastora, quien la busca y le pregunta con
qué fines se está haciendo pasar por la hija de Isabela. Lidice
queda atónita y asegura ser hija de la mujer, a quien la hermana
aconseja que se haga pruebas de sangre para estar segura, pues ahora
que ha heredado a su padre y a su marido, es presa de embustes por
parte de quienes saben de su dolor. Cuando Isadora habla de esto con
David, él apoya a Pastora. Él además habla con la cuñada de sus
sentimientos y la besa repentinamente. Ella le recuerda que es la
viuda de su hermano y, además, mayor que él, por lo que le prohíbe
que intente estar con ella más allá que como un amigo. David así
lo acepta y busca a Sergio, al que dice estar seguro de que Lidice es
una impostora a la que le hará pruebas sanguíneas para comprobar
que en verdad es hija legítima de Isabela, alertándolo. Este,
furioso, desahoga su frustración ante Alejandra, la cual le prohíbe
que atente contra la vida de su hermano para cumplir sus objetivos,
pues no se lo perdonará y es capaz de denunciarlo.
Ernesto
sale del centro de rehabilitación y acude a AA, donde pide perdón a
Leonel por haber sido un padre ausente. Juntos acuden a la tumba de
Hugo, sin que el progenitor logre sentir dolor y responsabilidad por
su muerte. Luego se reconcilia con doña Ángeles y toda la familia,
acompañada por María Soledad, acude a un restaurante para festejar.
Luego el hombre recibe la visita de Lulú, quien le lleva una botella
de alcohol que rechaza, así como a ella, a la que pide que no lo
visite más, pues no puede comprarlo para que él obligue a su hijo a
estar con ella, que en un arranque lo insulta. Se marcha y llora.
Luego busca a Julio, con el que copula y del cual descubre negocios
turbios que la estremecen. Lo enfrenta y luego de forcejear el la
mata accidentalmente, al empujarla contra una pared. Decide
desaparecer su cuerpo, cremándolo donde también lo hace con chicas
víctimas del abuso por parte de hombres que pagan por maltratarlas.
Begoña
rechaza el amor de Rigo cuando este le pide que formalicen, pues el
muchacho se le hace poca cosa y se lo dice, dejando claro que solo se
divierte con él en la cama y lo pasa muy bien. Él sin embargo desea
algo serio y sufre cuando descubre que la mujer también se acuesta
con Gerardo, por lo que la tacha de ser una cualquiera. Ella lo
abofetea pero esto no lo detiene y se desahoga diciendo lo que ahora
piensa de ella, alejándose de su vida para siempre. La mujer busca a
Alejandra para que la escuche, pero esta la rechaza y le hace ver
que, al no ser parte de su familia, no está interesada en que sean
amigas, pues solo quiso utilizarla para que lograra que David
volviera a España y es por ello que la extranjera no tiene más
remedio que refugiarse en Gerardo, del que descubre su infidelidad,
ya que lo ve besándose con Pastora. Lo enfrenta y le exige que le
devuelva el dinero que le prestó, pero este solo se ríe de ella y
le asegura que ese dinero fue el pago por la compañía que le hizo y
el sacrificio que representó estar en la cama con ella, que es
deprimente. La mujer lo abofetea, sufre y busca a David para contarle
lo que le ha sucedido. Este le aconseja que vuelva a España, con su
padre, y se olvide de él y de todo lo que ha vivido en México. La
mujer sigue ese consejo y abandona el país.
Willy
se acerca a Mateo con el fin de reconquistarlo pero el ex le pone las
cosas difíciles pues no confía en él. Le aconseja que deje de
vivir a costa de su herencia y se busque la vida, por lo que el ex
habla con David y le pide una oportunidad en la compañía,
comenzando desde cero.
Tomás
busca implacablemente a su hermana, sin encontrarla. Julio le asegura
que Lulú se ha ido lejos, donde pueda olvidar a Leonel, y dentro de
poco le llamará, pues así operan muchas mujeres despechadas, pero
el policía conoce bien a su hermana y no se da por vencido. Pronto
recibe una fotografía en el que se ve a Lulú besándose con Julio,
al que pide una explicación. Este acepta que sostuvo un romance con
la chica, mas no sabe qué ha sido de ella. Cuando el hermano habla
de esto con Leonel, este cree que su jefe tiene qué ver con la
desaparición y temen a que haya reclutado a la chica en la casona de
Lidice, donde han visto carros entrar y salir con jovencitas. Por
ello, en lo que Leonel busca a su amada María Soledad, Tomás se
infiltra en la casa de Lidice y logra hablar con Yareli, quien le
dice qué es lo que la influencer hace en realidad y por quién se
está haciendo pasar ahora. El policía advierte a Leonel y le pide
que proteja a María Soledad, de la que luego de hablar con Zulema
descubren que es la verdadera hija de Isabela, a quien Alejandra
intenta causar un accidente para que caiga de las escaleras, pero la
que cae en la trampa es Lidice, la cual es llevada de emergencia al
hospital, donde se requiere de un donante de sangre e Isabela
descubre que no es su hija, pues ni ella ni Gerardo tienen el mismo
tipo. Herida por el engaño, reprocha a Sergio su engaño y, al
enterarse, David pide a Alejandra que abandone la mansión, junto con
su marido, amenazando con enviarlo a la cárcel por todo lo que ha
hecho. La hermana se resiste a marcharse y reta al hermano a que la
corra y la saque con sus propias manos. Isabella interviene y asegura
que ella no necesita de la mansión, por lo que vuelve a la casa de
su padre, mientras que David se instala en casa de Alonso, al que
pone al tanto del desempeño de su hermano en la compañía. El
joyero le cuenta del amor que siente por su empleada María Soledad y
le cuenta su historia, por lo que el invitado sospecha que la chica
podría ser la hija de Isabela, que desahoga con Pastora el engaño
de Sergio. Pronto acude a ella David para contarle lo que Alonso le
ha dicho y, al escucharlos, Pastora queda atónita y busca a María
Soledad, a la que jala del cabello para obtener con qué hacer unas
pruebas junto con el cabello de Isabela, comprobando que la muchacha
es hija de su hermana. Las maldice a ambas y habla con Gerardo, al
que pide que huyan juntos esta vez y dejen todo atrás, pero el
hombre está interesado en recuperar a su hija, por lo que la
desprecia de nueva cuenta.
Sergio
acude al hospital para intentar matar a Lidice, pero no lo logra ya
que la policía no deja de vigilarla. Luego acude a la empresa para
recuperar algunos documentos pero Mateo lo descubre y amenaza con
echarlo por medio de la gente de seguridad del lugar si no se marcha
en ese momento. El padre reprocha a su hijo el odiarlo tanto y este
le asegura que no es odio, sino lealtad a quienes si lo quisieron sin
importar quien o qué fuera. El progenitor lo mira con desprecio para
entonces decirle sentir asco de tener un hijo homosexual. El muchacho
no hace caso a sus palabras y ordena a seguridad que lo saquen.
Aprovechando que el malhechor dejó abierta su caja fuerte, extrae lo
que hay allí y se lleva una terrible sorpresa al darse cuenta de la
clase de criminal que es su papá.
Isabela
se siente desesperada y encuentra apoyo en David, el cual da con el
paradero de Zulema, a donde lleva a su amada. Esta suplica a la ex
empleada que le diga qué fue de su hija y la mujer le cuenta todo,
incluso los años en que despreció a María Soledad por haberle
arrebatado el cariño de Fidel, el cual asegura a la angustiada madre
que su hija también la está buscando, y es justo en ese momento que
Leonel le revela a María Soledad que ha encontrado a su madre, y que
esta es una mujer millonaria. La chica confirma esto con Alonso,
quien le dice conocer a Isabela y saberla una buena mujer que por
años la ha estado buscando. Le da permiso de ausentarse de su
trabajo mas en ese momento Leonel debe acudir a cumplir con su
trabajo, así que la muchacha decide pedir un taxi. No sabe que
Pastora ha decidido poner manos a la obra y acabar con ella para así
hacer daño a su hermana. Visita la joyería y con engaños se lleva
a la muchacha, fingiendo ser la encargada de las fotografías para
las que modelará la nueva colección de Alonso. Al darse cuenta de
los panes de la mujer, Gerardo le advierte que no lo permitirá, pero
esta está más que decidida, por lo que él habla con Isabela y le
dice que Pastora siempre ha sabido el paradero de su hija y que ambos
han sido víctimas de su maldad. Dan aviso a las autoridades y Leonel
es quien decide ir en busca de su amada, a quien Pastora ata de pies
y manos, decidida a hacerle daño. Le cuenta cómo en el pasado se
encargó de que su padre abandonara a su madre y de que sus abuelos
se deshicieran de ella, entregándosela a la criada Zulema, con el
fin de que esta la matara. Recibe una llamada de Isabela, quien le
dice saber lo que ha hecho y se sorprende cuando la hermana le dice
haber encontrado a su hija mucho antes que ella y estar decidida a
matarla para hacerle pagar por todo el daño que le hizo, mientras
que Gerardo rastrea la llamada para ir a detener a su amante.
Mateo
desahoga con Willy el dolor que siente al saber la verdadera cara de
su padre y es consolado con cariño. El muchacho sin embargo se lleva
otra decepción cuando descubre a Alejandra intentando robar dinero
de la caja fuerte de la mansión Villagrán. Le exige que le diga lo
qué le sucede para actuar también como una delincuente. La madre le
cuenta que las cosas se pondrán difíciles y su padre necesita irse
al extranjero, pero el hijo considera que si Sergio ha cometido un
crimen, debe pagar por él. No sospechan que en ese momento el hombre
pide ayuda a Julio e intenta llevarse con él a Yareli, la cual logra
escapar y grita pidiendo ayuda, en medio de la calle, siendo
protegida por gente que arma una revuelta, ahuyentando al malhechor.
La chica pide prestado un teléfono y llama a Rigo, el cual acude a
ella y le pide que levante una denuncia, mas la chica no confía en
la policía pues sabe que protegen la trata de blancas. Sin embargo
Tomás aparece y le aconseja que denuncie. La chica así lo hace y
entonces Lidice es arrestada, mientras que Julio es puesto bajo
investigación. Al darse cuenta de que lo vigilan, el policía decide
darse a la fuga y exige a Sergio una fuerte suma de dinero, pero
este, al no tener qué ofrecerle, temeroso de sus amenazas, lo mata.
Con
ayuda de Gerardo, Leonel da con el paradero de María Soledad,
enfrentándose a Pastora, a quien el amante pide que deje ir a su
hija y le deja claro que a la que siempre amó fue a Isabela, pues a
ella solo la vio como una cualquiera con la cual entretenerse en la
cama. Despechada, la mujer le dispara, hiriéndolo de gravedad, para
después amenazar con matar a la hija de este. Leonel calma la
situación y sin que la mujer se de cuenta, pide refuerzos que rodean
el lugar. Pronto aparece Isabela para suplicar a la hermana que no
cometa una locura. Durante la discusión, María Soledad logra
escapar y cuando Pastora le apunta para dispararle, Isabela se
interpone, recibiendo el impacto de la bala, que la hiere de
gravedad. La policía interviene para detener a Pastora, quien opta
por dispararse a sí misma, suicidándose ante los ojos de todos. Sus
víctimas son llevadas al hospital, donde María Soledad sufre, pues
ahora que sabe quiénes son su madre y padre está a punto de
perderlos. Tiene el apoyo de los Roldán y es Fidel quien le pide
perdón por haberle ocultado la verdad y le explica que él y Zulema
tenían la orden de deshacerse de ella y no tuvieron el corazón.
Ante ellos aparece Yareli, la cual, acompañada por Rigo, abraza a
sus padres y les pide perdón.
El
desesperado Sergio recibe dinero de Alejandra para huir al extranjero
y al estar en el aeropuerto es detenido por agentes policíacos. Es
acusado de lavado de dinero y trata de blancas, pues Lidice ha
confesado todo y también será sometida a juicio. Son encarados y
ambos se dicen sus verdades, traicionándose el uno al otro. El
hombre enfurece y jura a la influencer que, aunque estén encerrados
en distintas cárceles, se encargará de acabar con ella,
recordándole cuando era una prostituta de calle a la que rescató
para convertirla en lo que ahora es.
Isabela
se debate entre la vida y la muerte y María Soledad reza por su
vida, sufriendo cuando se entera de que Gerardo ha muerto. Pronto los
doctores salvan la vida de Isabela, pero esta entra en estado de
coma, sin que se pueda hacer nada más por ella. La situación llena
de frustración a David, quien desquita su rabia enfrentándose a
Sergio, al que jura que hará todo lo que sea posible para hundirlo
en la cárcel. Se niega a ayudar a Alejandra para conseguir al mejor
abogado y esta lo repudia. Busca consuelo en Mateo, el cual la
rechaza por saberla cómplice de su padre, al que ella defiende
argumentando que todo lo que Sergio hizo fue por ellos, mas el hijo
no puede creer que ella acepte que lo que hizo el hombre haya sido a
costa de muchachas inocentes.
Tomás
logra hablar con Julio, quien al borde de la muerte le confiesa que
incineró el cuerpo de Lulú, a la que mató por accidente durante
una discusión. Muere entonces, no sin antes confesar a las
autoridades sus fechorías, responsabilizando a Sergio por todo.
Leonel
no se separa un solo momento de María Soledad, quien al igual que
David no desea separarse de Isabela un solo momento. Recibe el apoyo
de Celina y Vicky, las cuales le dan la noticia de que Oscar era
constantemente abusado en el penal y perdió la vida en una de las
tantas violaciones que recibió, en los baños del lugar. La muchacha
se aferra a su amado, pues no puede creer que su vida esté rodeada
de tragedias.
UN
AÑO DESPUÉS: Tomás se ha vuelto cercano a Ernesto y doña Ángeles,
quienes lo quieren como un miembro más de su familia y junto con
Leonel lo acompañan a la misa por el aniversario luctuoso de Lulú.
En el lugar se presenta María Soledad, quien da el pésame al
doliente y desahoga con Leonel su sufrimiento por el coma de su
madre.
Lidice
sufre dentro de la prisión, donde es presa de muchas internas que no
le perdonan lo que hacía a otras mujeres. Ella intenta buscar ayuda
de viejos conocidos, pero todos le han dado la espalda y ha sido
condenada a quince años. Recuerda sus días en las calles, cuando se
prostituía por comida, hasta que Sergio la encontró y la pulió,
haciéndola su amante, hasta convertirla en su cómplice y dándole
la vida que siempre soñó. Llora, llena de dolor, mas no se
arrepiente de lo que ha hecho y asegura que en cuanto sea libre
volverá a las andadas.
Mateo
ha regresado al lado de Willy, quien se ha vuelto responsable y ha
hecho las paces con Alonso, el cual ha contratado a Celina y Vicky
como sus empleadas y ha comenzado un romance con la primera, mientras
que el hermano menor busca superarse y ascender en la compañía de
los Villagrán, volviéndose un apoyo para Mateo, el cual instala a
Alejandra en un cómodo pero sencillo departamento, donde le ha
puesto una empleada para que esté a su servicio. La madre, que le ha
retirado el habla, solo se limita a llorar en silencio, maldiciendo
su suerte. El hijo le pide que acepte que hizo mal al no denunciar a
Sergio y preferir a este por encima de su familia. La mujer intenta
hacerle ver que sus hermanos jamás le brindaron el mismo cariño y
comprensión que su marido, el cual renunció a todo por ella y lo
hizo todo por ellos, para que nunca les faltara nada.
David
pide a María Soledad que se instale en la mansión Villagrán, pero
ella prefiere vivir con los Roldán, donde ha hecho las paces con
Zulema y Yareli, la cual sigue sin poder creer que tuvo como misión
hacerse pasar por alguien a quien siempre tuvo cerca y al negarse se
libró de ir a la cárcel.
Sergio
purga una condena de muchos años pero esto no lo detiene para seguir
haciendo negocios desde prisión, donde ha encontrado cómplices para
crecer todavía más. Recibe una visita de Mateo, quien le pide que
firme unos documentos en los que renuncia a sus derechos en la
compañía. El hombre lo hace y pregunta por Alejandra, sufriendo
cuando el hijo le cuenta de la vida limitada que ahora vive la mujer,
culpándolo de esto.
Rosa
cuida de la casa de los Montero y sobre todo de Pastora, quien no
murió cuando atentó contra su vida y, al contrario, ha quedado
inmóvil de la mitad del cuerpo y también purga una condena en la
cárcel, desde donde maldice a Isabela, deseando que nunca despierte
para que jamás goce de su hija. Rosa no consigue comprender el odio
que la mujer le tiene a su hermana y le recuerda que mató al hombre
que tanto dijo amar, por lo que todo lo que hizo fue en vano. Y la
sirvienta no se equivoca, pues pronto Isabela despierta del coma,
sorprendiendo a María Soledad, que no se aparta de su lado. La hija
la abraza, feliz, y le promete que de ahora en adelante nada las
separará. Las sorprende Leonel, el cual abraza a su amada, a la que
al paso de unos meses, cuando ya se encuentra instalada en la casa de
los Montero, le pide que sea su esposa y ella acepta.
Decidida
a aceptar su realidad, Yareli comienza a salir con Tomás, el cual se
desvive en atenciones por ella, que no puede olvidar lo que vivió y
desahoga sus pesadillas con Rigo, contándole que hay noches en las
que despierta asustada, creyendo que todavía se encuentra en el
sótano en que la encerraban.
Isabela
pide a David que se haga cargo de la compañía, de la cual lo hace
socio pues cree que él tiene derecho a disfrutar de sus frutos. Lo
mismo hace con Mateo, el cual intenta renunciar a la proposición de
su tía y ha hecho amistad con María Soledad, la cual hace las paces
con Willy. Por su parte Isabela rechaza el amor de David, al que deja
claro que solo quiere disfrutar de su hija, por lo que le reste de
vida, y al conocer a la familia de Leonel les ofrece su casa y
amistad. Hace una visita a Pastora, en la cárcel, para decirle que
la perdona por lo que le hizo, pues finalmente Dios las está
juzgando a ambas por sus actos y se siente bendecida por poder
disfrutar finalmente de su hija. La hermana, malvada, hace un gran
intento para poder hablar y lograr decirle que la odia.
Al
paso del tiempo María Soledad, en complicidad con su madre y Mateo,
da una sorpresa a Fidel, pues lo lleva a una enorme taquería que las
dos mujeres le regalan por lo que hizo por la muchacha, a la que
siempre demostró su amor. Le aseguran que el regalo es para el y
toda su familia. Envuelto en llanto, el hombre agradece el regalo,
pues ya no será solo vendedor en las calles. Nombra a su taquería
"Mi dulce niña" en honor a la que quiere como una hija.
Allí se hace una fiesta de inauguración, en la que la chica pide
tiempo a Leonel, pues quiere disfrutar de su madre, terminar sus
estudios y ejercer en la compañía que su progenitora heredó. Él
la apoya y le da un fuerte beso de amor, prometiéndole que siempre
será su dulce niña.
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